Síndrome del túnel carpiano, en el Top 1 de las enfermedades profesionales de la mujer trabajadora

Temas: Prevención   Salud  |  Tipos: Artículo
Publicado el:  27/05/2020

Margarita agarró su copa para brindar por su trigésimo aniversario en la empresa. Por fin podía celebrarlo. Se propuso alzarla con firmeza ante la cariñosa y atenta mirada de sus compañeros. Su mano, ajena a su orden, no se inmutó. La copa se deslizó entre sus dedos y estalló en el suelo rompiéndose en miles de pedazos. “Tierra trágame”.

Llevaba varios meses sintiendo hormigueo y molestias en su mano derecha. La tenía como dormida, especialmente desde la parte inferior del pulgar hasta el dedo anular. Al principio sólo notaba el dolor al irse a dormir, lo achacaba a que había sido un duro día de trabajo. “El fin de semana descanso y se me pasa”, pensaba. Sin embargo, con el tiempo, los síntomas no desaparecieron, sino que se hicieron más intensos. Perdía fuerza en la mano, cada vez la sentía más insensible y torpe, ya ni siquiera podía ni coser un botón, ni jugar con sus hijos a las cartas. Se preguntaba qué podía hacer…


Algunas estadísticas

Podríamos decir que éstos son los “síntomas de libro” del síndrome del túnel carpiano, una de las patologías más frecuentes entre las personas que trabajan desarrollando tareas con sus manos asociadas a esfuerzos y movimientos repetitivos. Esta lesión afecta al 3% de los trabajadores, mayoritariamente a la población femenina. De hecho, 7 de cada 10 personas trabajadoras que sufren síndrome del túnel carpiano son mujeres, sobre todo en la franja de edad comprendida entre los cuarenta y los sesenta años. Puede afectar a ambas manos (bilateral) o sólo a la mano dominante.

De acuerdo a las últimas estadísticas publicadas por el INSST, una de cada cinco personas trabajadoras diagnosticadas con una enfermedad profesional es una mujer que padece síndrome del túnel carpiano. (*Datos Ministerio de Trabajo y Economía Social en 2018).

Cada caso de síndrome de túnel carpiano conlleva un promedio de 102 días de baja laboral (*datos Mutua Universal, 2019). Además de la sensación de impotencia, el dolor y el sufrimiento en la vida de la persona que lo padece y en la de su familia, emergen otras consecuencias. El resultado de este absentismo es una enorme pérdida de productividad, gastos de gestión y de personal para la empresa del trabajador, así como unos costes sanitarios nada despreciables para la Seguridad Social y sus entidades colaboradoras, las Mutuas.

Pero qué es exactamente esta enfermedad profesional que afecta a algunas limpiadoras, envasadoras, elaboradoras cárnicas y trabajadoras de la industria auxiliar del automóvil, por nombrar algunos de los oficios y profesionales más expuestas. El síndrome del túnel carpiano es una lesión en un nervio, en concreto en el nervio mediano, que inerva la zona de la mano de los cuatro primeros dedos.


Cómo se produce

nervio mediano

Para comprender cómo se produce y por qué tiene más incidencia en las mujeres que en los hombres debemos conocer algunas peculiaridades de la zona donde se produce, la muñeca.

Rodeando la muñeca encontramos el túnel del carpo, un estrecho y pequeño anillo de ligamentos por el que pasan vasos sanguíneos, nervios y tendones que controlan el movimiento de los dedos. Un gran número de estructuras, atravesando apretadas un espacio muy reducido, como la única cabina de peaje en una gran autopista de cinco carriles.

Ante determinadas condiciones de trabajo, que comentaremos más adelante, los revestimientos protectores que recubren los tendones que mueven los dedos se irritan y se inflaman. Al inflamarse, aumentan su tamaño, dejando un espacio todavía más reducido en el túnel del carpo para que pasen el resto de estructuras. Se produce un gran atasco en la autopista a su paso por la cabina de peaje.

El nervio mediano, que comunica las áreas de la mano comprendidas desde la base del pulgar hasta los dedos índice, medio y corazón queda comprimido y afectado al pasar por el túnel carpiano. Y si además de esta situación, se expone esta zona de atrapamiento a una presión extra, el daño del nervio se agudiza.

Esta zona de la mano queda entumecida, insensible, con hormigueo. Si no se pone remedio, los dedos se vuelven débiles y torpes al realizar gestos de agarre, debido a una atrofia de los músculos dependientes del nervio mediano.


Por qué tiene más incidencia en la población femenina

Cuanto más estrecha y pequeña es la muñeca de la persona, más angosto es su túnel carpiano, y más fácilmente se inflaman sus tendones. Anatómicamente el diámetro de la muñeca de la mujer es menor.

Además, hay situaciones hormonales especiales en las que la mujer es más propensa a sufrir esta enfermedad, por ejemplo, durante el embarazo. En los meses de embarazo, todos los tejidos, incluso los de la muñeca, acusan la retención de líquidos y tienden a hincharse, reduciendo aún más el espacio disponible para la circulación del nervio mediano.

Éstos son los principales motivos por los que la prevalencia del síndrome del túnel del carpo sea mayor en la población femenina.

Problemas de salud como la obesidad, la diabetes mellitus o ciertas alteraciones metabólicas, lógicamente no exclusivas de la mujer, también pueden repercutir en la aparición de esta lesión.


Qué condiciones de trabajo generan Síndrome de Túnel Carpiano

El Síndrome del Túnel Carpiano, codificado en la tabla de enfermedades profesionales como 2F0201, está clasificado en las enfermedades provocadas por posturas forzadas y movimientos repetitivos en el trabajo y la parálisis de los nervios debido a la presión.

Las condiciones de trabajo potencialmente generadoras de esta enfermedad son aquéllas que irritan e inflaman las vainas protectoras de los tendones que atraviesan la muñeca y someten al nervio mediano a una presión extra. El resultado no es fruto de una causa única, sino que es el resultado de una combinación de factores, cuántos más factores se den, mayor probabilidad habrá de que se desarrolle la lesión.

Los principales factores, cuyos efectos se combinan entre sí, son:

  • Las posturas y movimientos de las muñecas en los que se desvía, de manera muy acusada, la mano de su posición natural (en la que la mano forma una línea recta con el antebrazo)
  • La realización de fuerza con los dedos, en los distintos tipos de agarres y pinzas
  • La elevada frecuencia de los movimientos, durante tiempos de exposición prolongados y sin permitir tiempo suficiente para que la zona descanse y se regenere
  • Apoyar o golpear la cara interna de la muñeca sobre superficies duras o puntiagudas, o presionarla contra el mango de una herramienta

Algunos ejemplos de actividades en las que podrían coincidir estos factores son aquéllas en las que se presiona o estruja repetidamente con la mano, se agarran productos de peso elevado para encajarlos o se apoya constantemente la muñeca sobre una mesa dura.

A pesar de que hay profesiones en las que estos factores son más frecuentes que en otras, no se puede generalizar ni afirmar que una determinada profesión genera síndrome del túnel carpiano (o cualquier otra enfermedad profesional). Lo importante son las tareas y el modo en que se realizan.


Cómo puede evitarse el Síndrome del Túnel Carpiano

imagen cuchillos

En primer lugar, es necesario un buen diagnóstico de las condiciones de trabajo, para comprobar si se ajustan a las capacidades de las personas. Esto significa si cumplen requisitos ergonómicos en cuanto a rangos posturales, intensidad de las fuerzas, tiempos de exposición, frecuencia de los movimientos, tiempos de descansos y otros parámetros biomecánicos.

En segundo lugar, garantizar un diseño adecuado del entorno de trabajo, acondicionando las alturas y la orientación de los elementos de trabajo. El objetivo es trabajar siempre que sea posible a la altura del codo y que las manos estén en todo momento alineadas con los antebrazos. En los trabajos sobre una superficie, apoyar todo el antebrazo, evitando apoyar la muñeca sobre bordes duros y angulosos.

En tercer lugar, emplear herramientas con la empuñadura adecuada, que permitan agarrarla con comodidad y trabajar con las manos alineadas con los antebrazos. Y evidentemente, evitar los golpeos con el talón de la mano.

Unido a lo anterior, como norma general en todas aquellas actividades en las que se efectúen movimientos repetitivos, proporcionar programas de mantenimiento del sistema musculoesquelético, y en especial, seguir la “regla del 5 a 1”, es decir, tras 50 minutos de actividad repetitiva, permitir 10 minutos de recuperación muscular para cada hora de trabajo.

Es importante recordar que la mayoría de medidas ergonómicas quedan amortizadas antes de un año. Es una magnífica inversión que puede hacer por su empresa y por sus trabajadores.


Postdata

Margarita se sometió a una intervención quirúrgica de 20 minutos en uno de los centros hospitalarios de Mutua Universal. En dos meses, las molestias habían prácticamente desaparecido. Al cabo de un año había recuperado por completo la fuerza y movilidad de su mano derecha.

Su empresa, con el asesoramiento de los técnicos de prevención de Mutua Universal, puso en práctica un plan de reducción de la siniestralidad y llevó a cabo cambios técnicos y organizativos en sus instalaciones de acuerdo a las pautas que le ofreció el Laboratorio de Ergonomía. Ahora sí, los puestos de trabajo en los que se efectúan movimientos repetitivos cumplen requisitos ergonómicos. Afortunadamente, ninguna trabajadora, ni trabajador ha vuelto a sufrir de síndrome del túnel carpiano.

Ana Elvira Planas Lara

Laboratorio de Ergonomía de Mutua Universal

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