"La empresa saludable es una empresa competitiva que, además, reduce la rotación y el absentismo"
Mutua Universal participó el pasado 6 de julio en Barcelona en la jornada “La Empresa Saludable: El bienestar como herramienta para la competitividad” organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). El Dr. Javier Trallero, médico especialista en salud laboral de Mutua Universal, explicó a las empresas asistentes a la jornada cómo la innovación y el desarrollo de hábitos saludables mejora el bienestar y la productividad en la empresa: “La empresa saludable se convierte así en una empresa competitiva, con una plantilla motivada y con sentimiento de pertenencia, que mejora su productividad y reduce la rotación y el absentismo”.
Empresa saludable, empresa competitiva
La jornada laboral constituye el 33% de nuestro tiempo de vigilia, pero los malos hábitos afectan a la totalidad del tiempo de vida. Por lo tanto, aprender nuevos hábitos saludables afectará directamente al bienestar personal y al rendimiento laboral. Según la Publicis Healthcare Consulting (IESE), los riesgos derivados de los hábitos no saludables representan entre un 50% y un 70% de los costes sanitarios. Según la Organización Mundial de la Salud, la falta de hábitos saludables representa el 27% de los factores que generan tensión en el trabajo. Los hábitos no saludables están detrás del 70% de los casos de estrés y ansiedad, principal causa del debilitamiento del sistema inmunológico. La empresa se convierte en un espacio de gran oportunidad para mejorar el bienestar personal y organizacional, adquiriendo así mejoras notables en rendimiento personal y económico.
El concepto de “Empresa Saludable” es el paso previo y necesario para avanzar hacia una compañía socialmente responsable: la obligación de las empresas es velar por la salud y el bienestar de los profesionales que directa e indirectamente se relacionan con la organización. El resultado de este nuevo liderazgo es una mayor implicación en la empresa y en el proceso productivo de trabajadores sanos y motivados, con más competencias para afrontar nuevos retos y mercados. Una empresa saludable disfrutará, además, de una mejora significativa de su imagen corporativa, que proyectará mediante los mismos trabajadores, sus productos y servicios. La salud y el bienestar de las personas contribuye a la productividad, competitividad y sostenibilidad de la empresa.