28 de mayo, Dia Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres

Temas: Salud  |  Tipos: Artículo
Publicado el:  28/05/2019

En mayo de 1987 un grupo de integrantes de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales Reproductivos acordó declarar el 28 de mayo como Dia Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres.

Desde entonces se ha avanzado a nivel de investigación y se han desarrollado estrategias que promueven la igualdad de género encaminadas a reducir la desigualdad existente en materia de salud. La creación de Redes, Institutos y Agencias nos han permitido divulgar el conocimiento sobre la materia y establecer las definiciones y sistemas de medida consensuados para potenciar su avance.

Este es el objetivo del Glosario de Igualdad de Género propuesto por la ONU, creado como una herramienta en línea que proporciona conceptos y definiciones con perspectiva de género, estructurado de acuerdo a las áreas temáticas de ONU-Mujeres. En esta se incluyen conceptos de género, conferencias internacionales, agendas, iniciativas y asociaciones relacionadas con la igualdad de género.

Actualmente es ya aceptado que hombres y mujeres se enfrentan a problemas diferentes en relación con la edad, y se ven afectados de distinta manera por las cuestiones que a lo largo de su vida laboral influyen en el lugar de trabajo. El envejecimiento está asociado a una serie de cambios en la capacidad física y la salud. Estos cambios pueden estar influidos por factores relacionados con el sexo (es decir, biológicos) y con el género (es decir, construidos socialmente).

El género se refiere a los conceptos sociales de las funciones, comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera apropiados para los hombres y las mujeres. Las diferentes funciones y comportamientos pueden generar desigualdades de género, es decir, diferencias entre los hombres y las mujeres que favorecen sistemáticamente a uno de los dos grupos.

A su vez, esas desigualdades pueden crear inequidades entre los hombres y las mujeres con respecto tanto a su estado de salud como a su acceso a la atención sanitaria.

El término brecha de género, como señala la ONU, se emplea para referirse a cualquier disparidad entre la condición o posición de los hombres y las mujeres y la sociedad. 

Por otra parte, y como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2018), los determinantes de la salud relacionados con el género son las normas, expectativas y funciones sociales que aumentan las tasas de exposición y la vulnerabilidad frente los riesgos para la salud, así como la protección frente a los mismos, y que determinan los comportamientos de promoción de la salud y de búsqueda de atención sanitaria y las respuestas del sistema de salud en función del género. Son uno de los principales determinantes sociales de las inequidades sanitarias.

El concepto de interseccionalidad se refiere al significado y la relación entre el sexo, el género y otros determinantes sociales, así como a los factores que crean inequidades sanitarias en los procesos y sistemas de poder a nivel individual, institucional y mundial.

Por último, la integración de la perspectiva de género implica evaluar el modo en que el género determina las medidas planificadas, incluidas la legislación, las políticas y los programas, en todos los ámbitos y a todos los niveles. La incorporación de la perspectiva de género también puede contribuir al empoderamiento de las mujeres y la igualdad de participación en todos los niveles del personal sanitario.

Con el objetivo de investigar y proponer acciones de mejora para reducir la brecha de género en la salud, en 1996 se crea el Instituto Europeo de Salud de la Mujer (EIWH), una organización no gubernamental (ONG) que promueve la equidad de género en la salud pública, la investigación y las políticas sociales en toda Europa. Su objetivo es reducir las desigualdades en la salud para todos, pero fundamentalmente las debidas al género, la edad y el estatus socioeconómico, destacando que el sexo y el género son determinantes importantes de la salud y nuestra comprensión de cómo la vulnerabilidad a la aparición y progresión de enfermedades específicas varía en hombres y mujeres debe ser mejorado.

En España, la Estrategia 4 del Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud tiene como fin “analizar las políticas de salud y proponer acciones para reducir las inequidades en salud con énfasis en las desigualdades de género”.  Como objetivos, propone:

1. Promover el conocimiento sobre las desigualdades de género en salud y fortalecer el enfoque de género en las políticas de salud y en la formación continuada del personal de salud.

2. Generar y difundir conocimiento sobre las desigualdades en salud y estimular buenas prácticas en la promoción de la equidad en atención a la salud y en la reducción de las desigualdades en salud, mejorando así la atención a los grupos más desfavorecidos y en riesgo de exclusión.

Sin embargo, aun cuando la preocupación y el interés por abordar estas cuestiones no es reciente, si lo es el mayor interés y el reconocimiento generalizado de conceder importancia a considerar las diferencias de género en materia de seguridad y salud en el trabajo (SST).

El reconocimiento de la diversidad, incluidas las diferencias de género, en la fuerza de trabajo es vital para garantizar que seguridad y salud de hombres y mujeres trabajadores. Si bien se ha logrado algún progreso en esta área, la Organización Internacional del Trabajo cree que se puede y se debe hacer más.
Las diferencias de género deben considerarse en el desarrollo de la seguridad y salud en el trabajo (OSH) políticas y estrategias de prevención. Este enfoque reconoce y hace visible las diferencias que existen entre hombres y mujeres para identificar los riesgos de SST e implementar soluciones efectivas.

Al tomar un enfoque sensible al género, se reconoce que debido a los diferentes trabajos de las mujeres y los hombres y los diferentes roles sociales, expectativas y responsabilidades que tienen, las mujeres y los hombres pueden estar expuestos a diferentes riesgos físicos y psicológicos en el lugar de trabajo, por lo tanto, requieren diferentes medidas de control. Este enfoque también mejora la comprensión de que la división sexual del trabajo, las diferencias biológicas, los patrones de empleo, los roles sociales y las estructuras sociales contribuyen a los patrones de riesgos y peligros ocupacionales específicos de cada sexo. [Ver: International Labour Office (ILO, 2013) 10 Keys for Gender Sensitive OSH Practice – Guidelines for Gender Mainstreaming in Occupational Safety and Health].

Mutua Universal, en su compromiso con la integración de la perspectiva de género en las acciones e iniciativas que envuelven la prevención y promoción de la salud y la seguridad en el trabajo, desarrolló, como línea de investigación,  un Ciclo de Focus Groups que durante varias sesiones analizó la opinión de las mujeres empresarias y responsables de la SSL de empresas españolas, el resultado se publicó en el último congreso European Academy of Occupational Health Psychology (EAOHP) celebrado en Portugal en septiembre de 2018. 

 

María Villaplana 

Dirección Téc. I+D - Área Prevención

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