¿Qué podemos hacer?
Hábitos para afrontar una situación excepcional y temporal
En situaciones de emergencia necesitamos aferrarnos a lo conocido, seguro y predecible; cuando existe un cambio brusco en nuestros hábitos, el cerebro se desorienta, necesita estabilidad y volver a su rutina. Podemos ayudarle organizando pequeñas actividades diarias en espera de recuperar la normalidad.
Para estos momentos las prioridades fundamentales se centran en aquellas rutinas que ayudan a preservar la salud psicofísica: garantizar una conducta alimentaria ordenada y saludable, generar actividad durante el día, descansar para recuperarnos del esfuerzo físico-emocional a través del sueño, y canalizar la energía o tensión a través de actividad física, manual o de distracción.
Es importante que realicemos rutinas que nos pueden ayudar en esta situación: rutinas básicas, de actividad, de información, de trabajo a distancia, sociales, de convivencia y autocuidado.