Viajar: ¿qué hay que tener en cuenta?

Temas: Salud
Publicado el: 18/05/2018

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1. El consejo personalizado

Salud y viajes

Cada viaje supone una experiencia única y diferente para la persona que lo hace. Por lo tanto, los consejos y las recomendaciones para viajar con salud varían en función de las características del viaje y las particularidades de la persona que viaja, como su historia de salud y su situación de vida.


2. Las características del viaje

Los aspectos que determinan las características de un viaje incluyen el destino, la duración, el tipo de alojamiento, el recorrido y las condiciones del viaje, el tipo de contacto con la población, la época del año, el medio de transporte, la práctica de actividades de riesgo y los requerimientos administrativos y sanitarios. 

Destino:

Se considera necesario extremar las precauciones en viajes a: 

  • Zonas rurales o aisladas, con condiciones higiénicas deficientes o bien con dificultad de acceso a una asistencia sanitaria en caso de necesidad. 
  • Países o zonas con condiciones climáticas severas: calor o frío intenso, humedad elevada, o cambios bruscos de la temperatura ambiental durante el día y la noche. 
  • Países o zonas con conflictos bélicos o una situación política inestable.

Duración:

Determina el tiempo que la persona está en contacto con determinados riesgos para la salud, que están presentes, especialmente, en países en vías de desarrollo.

Tipo de alojamiento, recorrido y condiciones del viaje:

Se considera necesario extremar las precauciones en caso de viajes que supongan: 

  • alojamientos con condiciones higiénicas deficientes; 
  • recorridos por zonas rurales o aisladas, con dificultad de acceso a asistencia sanitaria.

Tipo de contacto con la población:

Se considera necesario extremar las precauciones en caso de que: 

  • Haya un contacto intenso con la población local en zonas con enfermedades de contagio de persona a persona, como es el caso, por ejemplo, de cooperantes o voluntarios que trabajen muy directamente con los habitantes de un lugar. 
  • Se desarrollen trabajos en contacto con personas enfermas, refugiados de conflictos bélicos o catástrofes naturales, o bien tareas que comporten el contacto con animales, por el riesgo de contagio de algunas enfermedades.

Época del año

Se considera necesario extremar las precauciones si se ha de viajar a zonas con condiciones climáticas severas: calor o frío intenso, y/o humedad elevada. 

Medio de transporte

Puede ocasionar riesgos para la salud, como, por ejemplo, el síndrome de la clase turista en viajes en avión, el mareo en viajes en barco o los accidentes de tráfico en viajes en automóvil.

Práctica de actividades de riesgo

Ciertas actividades de riesgo, entre las que se encuentran las deportivas, pueden formar parte del conjunto de actividades planificadas o bien ser el motivo principal de un viaje. Requieren una consideración especial las actividades de montaña y las actividades subacuáticas. 

Requerimientos administrativos y sanitarios.

Según el país o la zona que se visite, puede ser necesario: 

  • Consultar el centro de salud o el centro de vacunación internacional para planificar con tiempo la administración de las vacunas obligatorias y/o recomendables según las características del viaje y de la persona que viaja. 
  • Disponer de los visados o de los permisos de entrada o de recorrido internos, según el país o la zona que se quiere visitar, que se pueden gestionar en el país de destino o en el de origen.

3. Los aspectos personales de la salud

Está relacionada con los problemas de salud actuales o anteriores, agudos o crónicos; las alergias a medicamentos, a alimentos o a factores ambientales; el historial de vacunas y las limitaciones físicas o psíquicas de la persona que viaja. 

Enfermedades o problemas de salud, agudos o crónicos

Hacen referencia a los problemas de salud o a las enfermedades que la persona ha tenido a lo largo de la vida o que tiene en el momento de emprender el viaje. En este sentido, también es importante tener en cuenta si la persona sigue algún tratamiento y, si es así, saber cuál. Esto puede condicionar los consejos de salud específicos para su situación. 

Alergias a medicamentos, a alimentos o a factores ambientales (polen, polvo, ácaros, etc.)

Estas alergias pueden requerir una preparación y unos consejos de salud específicos. 

Historial de vacunas de la persona

Es necesario conocer el historial previo de vacunas universales, como, por ejemplo, la del tétanos en adultos para evitar problemas de salud si se producen heridas durante el viaje. En el caso de los niños, debe tenerse en cuenta el calendario de vacunas infantil para evitar las enfermedades habituales durante la infancia y ajustarlo a las vacunas necesarias para el viaje que se quiere hacer. 

Limitaciones físicas o psíquicas

Estas limitaciones pueden requerir adaptaciones logísticas o instrumentales durante los desplazamientos o el alojamiento, o la necesidad de una persona acompañante


4. Cómo evitar peligros y prevenir riesgos

Hacer un viaje puede ser una actividad agradable, pero también puede conllevar riesgos para la salud. Velar por la salud es una responsabilidad de la persona que viaja. Por este motivo, es aconsejable:

  • Antes de viajar, saber cuáles son las precauciones sanitarias del país o de la zona que se quiere visitar: las medidas de prevención de riesgos para la salud, las vacunas y la prevención del paludismo o malaria, siempre con un consejo previo sanitario personalizado. 
  • Informarse de posibles convenios sanitarios con otros países, en caso de accidente o de enfermedad durante el viaje. 
  • Contratar un seguro médico con una cobertura adecuada al tipo de viaje que se hace, a la duración y al destino. 
  • Contactar, en el país de destino, con la embajada o con el consulado del país de origen; sobre todo, en zonas con conflictos políticos, en viajes de larga duración o en estancias en zonas aisladas.
  • Tomar decisiones para viajar de forma saludable teniendo en cuenta las diferentes situaciones de vida de las personas: las etapas del ciclo vital, el embarazo, tener una enfermedad crónica o tener una discapacidad.

5. Las vacunas

Viajes y vacunas

Las vacunas permiten prevenir algunas enfermedades y complementan las medidas de prevención de problemas de salud. Por lo tanto, es importante recibirlas cuando sean necesarias para protegerse de estas enfermedades y poder disfrutar, así, de un viaje con salud. 

Siempre es aconsejable una planificación con tiempo, si es posible, de un mes antes del viaje, para poder administrar las vacunas indicadas, según los factores generales que condicionen el consejo personalizado, las características del viaje, la historia de salud y la situación de vida de la persona que viaja.

Debe tenerse siempre presente que la vacunación no sustituye la necesidad de seguir las medidas preventivas de problemas de salud necesarias en cada situación.

Recomendaciones generales

A continuación, se describen las vacunaciones que se recomiendan de manera general a las personas que viajan.

Tétanos y difteria

El tétanos es una enfermedad grave de distribución mundial causada por una bacteria que se encuentra en la tierra; se contagia a través de las heridas. La difteria es una enfermedad de distribución mundial que puede ser grave; se contagia por contacto con personas enfermas o portadoras de la enfermedad. Existe una vacuna combinada para las dos enfermedades y es recomendable para cualquier viaje o destinación. 

Recomendaciones específicas

A continuación, se describen las vacunas recomendables u obligatorias según las características del viaje, el historial de salud y la situación de vida de la persona que viaja. Son especialmente necesarias en los viajes a países en vías de desarrollo.

Hepatitis A,  Hepatitis B, Fiebre tifoidea, Fiebre amarilla, Meningitis meningococia A-C y A, C, Y, W-135,Rabia, Encefalitis japonesa, Neumococo, Cólera, Gripe, Poliomielitis,  Encefalitis centroeuropea, Triple vírica (Sarampión, Rubeola y Parotiditis).


6. Malaria y paludismo

Viajar. Malaria y paludismo

El paludismo o malaria es una enfermedad frecuente en algunos países en vías de desarrollo, de la zona tropical y subtropical de África, de Asia, de Centroamérica y de América del Sur; se contagia por la picadura de un mosquito, que suele picar del atardecer hasta la madrugada.

Las personas que viajan a zonas o países endémicos (países donde existen una enfermedad endémica) deben aplicar las medidas correspondientes para prevenirla, ya que, si no se trata de manera adecuada, puede tener graves consecuencias.

Conviene seguir las medidas preventivas recomendadas para evitar picaduras de mosquito, aunque se haya hecho la prevención farmacológica de la malaria.

Recomendaciones generales.

  • Es necesario personalizar las medidas de prevención según las características del viaje: la destinación, la duración, las condiciones, la época climática y las características de la persona. 
  • Hay que seguir las medidas de prevención de las picaduras de mosquito para evitar el contagio de la enfermedad.
  • Debe utilizarse el medicamento preventivo (quimioprofilaxis antipalúdica) más adecuado según las características del viaje y las del viajero, según las recomendaciones personalizadas por una enfermera o un médico experto. 
  • Hay diferentes medicamentos preventivos y la dosis varía según el tipo de medicamento: unos se administran con dosis semanales y otros, con dosis diarias. Todos tienen que empezarse a tomar antes de entrar en una zona de riesgo de paludismo o malaria y deben continuar tomándose durante la estancia y al salir de la zona de riesgo de la enfermedad.

7. ¡Prepara el botiquín adecuado!

El botiquín contiene los medicamentos, el material de curas, los informes y/o la documentación médica que puede ser necesaria en un momento determinado para atender cualquier problema de salud, generalmente de tipo leve, que puede tener el viajero. 

Medicamentos y material básico para emergencias: 

  • Analgésico/antitérmico para el dolor o la fiebre; 
  • Antiinflamatorio para dolores de más intensidad o inflamaciones; 
  • Antidiarreico para cuando la diarrea no se acompañe de fiebre y siempre como complemento de la hidratación oral; 
  • Sobres de rehidratación oral, que deben disolverse en un litro de agua, en el caso de diarreas o vómitos (se pueden preparar de manera casera disolviendo, en un litro de agua, seis cucharaditas de azúcar, una de sal, una de bicarbonato y zumo de limón); 
  • Antihistamínico oral para reacciones alérgicas o picadas de insectos; 
  • Medicamentos para al mareo en viajes en barco o para las personas con tendencia al mareo en diferentes medios de transporte; 
  • Material básico de curas (tiritas, gasas, antiséptico para desinfectar heridas).
  • Termómetro.
  • Repelentes de insectos. 
  • Producto tópico para la piel, con un componente de antihistamínico o con amoníaco, para reducir el picor posterior a las picadas. 
  • Crema protectora solar. 

En caso de tener una enfermedad crónica o en otras situaciones de salud especiales: 

  • Informe médico explicativo en el idioma del país de destino o de los países de tránsito; 
  • El doble de medicación, distribuida en diferentes lugares del equipaje, por si se perdiera una parte, en caso de seguir un tratamiento farmacológico. 

En general, llevar los medicamentos o el material que la persona sepa utilizar. 

En el caso de viajar en grupo, llevar un botiquín único, con una o más personas que sean responsables de él. 

Utilizar los medicamentos siempre siguiendo las recomendaciones indicadas en el prospecto específico correspondiente.

¡Prepara el botiquín adecuado!