Me han diagnosticado EPOC

Publicado el: 28/10/2019

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¿Qué es?

EPOC

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una situación en la que se obstruyen los bronquios, se destruyen los alvéolos y, en consecuencia, el pulmón es incapaz de satisfacer totalmente las necesidades de oxígeno y de eliminar el dióxido de carbono de la organismo. Al inicio de la enfermedad, esta incapacidad se manifiesta cuando la persona debe llevar a cabo actividades que conllevan una sobrecarga de trabajo, como subir unas escaleras, y en estadios más avanzados también se manifiesta en situación de reposo.

La Guía española de la Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (GesEPOC) define la EPOC como una enfermedad respiratoria crónica caracterizada por una limitación crónica del flujo aéreo que no es totalmente reversible. Esta limitación del flujo aéreo se suele manifestar en forma de disnea —sensación de dificultad para respirar, ahogo— y, normalmente, es progresiva. Además, se asocia a una respuesta inflamatoria anormal de los pulmones a la presencia de partículas nocivas y gases, derivados principalmente del humo del tabaco, que, además, pueden producir otros síntomas como tos crónica, acompañada o no de expectoración. La EPOC se caracteriza también por agudizaciones y comorbilidades frecuentes, como la cardiopatía isquémica o la insuficiencia cardiaca, que pueden aumentar la gravedad de la situación de salud en algunas personas.


¿Qué tengo que evitar?

  • Factores modificables y controlables (la persona los puede suprimir o controlar, para reducir los riesgos)
    • Consumo de tabaco
    • Exposición laboral a partículas y gases nocivos
    • Exposición al humo de la leña o del carbón
    • Tabaquismo pasivo
  • Las infecciones respiratorias repetidas del niño o del adulto en edades tempranas (durante la juventud) y los factores socioeconómicos (hay más prevalencia de fumadores en las clases socioeconómicas más bajas).

Una EPOC en estadios muy avanzados puede hacer no recomendable un viaje por la limitación de la actividad física. Pero si la situación de salud está estabilizada, la persona afectada puede viajar teniendo en cuenta algunas precauciones.

El jaleo de un viaje puede suponer un estrés físico y psicológico que puede empeorar la situación de salud. Es importante planificar el viaje con antelación y consultar las necesidades específicas al equipo de salud: medicación, actuación ante una descompensación, informes médicos, etc. Además, se deben seguir una serie de recomendaciones a la hora de viajar.

Si la persona necesita oxígeno fuera de la residencia habitual, el neumólogo le ayudará a hacer los trámites necesarios con la empresa de suministro de oxígeno para conseguirlo. Además, la persona también deberá ponerse en contacto con la empresa suministradora y con el lugar de destino (el hotel, el apartamento, etc.) para coordinar la llegada y la retirada del aparato de oxígeno estático, que deberá ser igual o parecido al que se utiliza habitualmente.

Si se necesita oxígeno durante el desplazamiento en automóvil, tren, autobús o barco, la persona podrá llevarse su equipo de oxígeno portátil y tener la precaución de poner el aparato en posición vertical. Si el viaje es en avión, la compañía aérea suministrará el oxígeno; por tanto, habrá que ponerse en contacto con la aerolínea para planificar el suministro durante el vuelo.

Finalmente, hay que tener en cuenta que no se recomienda viajar a lugares con temperaturas extremas (frías o calientes) ni en lugares con una altura superior a los 1.500 metros sobre el nivel del mar, ya que puede aumentar la sensación de falta de aire por la disminución del oxígeno en sangre.

Consejos de salud para viajar si se tiene un problema de salud crónico