El cuidado de los pies para evitar lesiones cutáneas en pacientes diabéticos
Lee el contenido completo en Infermeravirtual.com
¿En qué consiste?
- Prevenir las lesiones traumáticas
- No caminar sin calzado ni llevar sandalias o chancletas.
- Utilizar medias o calcetines de fibras naturales, sin costuras, zurcidos ni dobladillos.
- Los zapatos tienen que ser cerrados, de forma cómoda, con un tacón máximo de 4 cm, y hechos de materiales naturales y con suela transpirable.
- Comprar los zapatos nuevos por la tarde, cuando los pies están más hinchados, y llevarlos de forma progresiva, hasta que resulten cómodos.
- Limpiar bien los zapatos diariamente para mantener la piel flexible.
- Antes de ponérselos, inspeccionar su interior para asegurarse que no hay ningún objeto, costura o clavo que sobresalga y pueda provocar una lesión en la piel.
- Llevar las uñas de los pies rectas y no excesivamente cortas. Utilizar preferiblemente cortauñas o limarlas con una lima de esmeril en vez de cortarlas.
- Prevenir las lesiones químicas
- No utilizar callicidas ni sustancias que debiliten la piel, como las sales para baños de pies o el agua oxigenada.
- Evitar el uso de povidona yodada en las concentraciones habituales, ya que provoca auténticas quemadas; se tiene que diluir al 50 % con agua.
- Prevenir lesiones térmicas
- Protegerse del frío con ropa de fibras naturales o calentando la cama sin aplicar calor local directo: esterillas, mantas eléctricas, bolsas de agua caliente, braseros, etc.
- La temperatura del agua para lavar los pies tiene que estar alrededor de 35º C, controlándolo con un termómetro de baño.
- Preparar el agua del baño primero con agua fría y después con agua caliente.
- Prevenir las infecciones locales
- Lavarse diariamente los pies con agua alrededor de los 35º C, con jabón de pH igual al de la piel.
- Evitar los baños de pies prolongados y la aplicación de pomadas que reblandezcan la piel.
- Secarse bien con una toalla suave de color claro (para detectar cualquier indicio de sangre o exudado), con atención especial en los espacios interdigitales. En caso de dificultad para agacharse o levantar las piernas, se puede usar un secador de peso utilizando siempre el aire frío.
- Después del baño diario, se debe hidratar la piel con una crema a base de urea, lanolina, glicerina, etc., sin colorantes ni perfumes, frotándola suavemente hasta que se absorba completamente.
- En caso de corte o herida accidental, debe lavarse de manera abundante con agua y jabón, desinfectarse con alcohol al 70% o povidona yodada rebajada al 50 % con agua, y poner un apósito estéril; en el caso de que no cicatrice debe consultarse con el equipo de salud
- Mejorar la aportación local
- Hacer diariamente ejercicio de manera controlada ayuda a desarrollar la circulación colateral, es decir, la aparición de más vasos sanguíneos que pueden llegar a compensar la aportación de sangre en las extremidades inferiores, por eso se aconseja caminar entre 3 y 4 km diarios por terreno plano y sin prisa. Si se nota dolor en la pantorrilla al caminar una distancia determinada, es muy importante parar, descansar un poco y retomar la marcha.
- No quedarse de pie o sentado demasiado tiempo: levantarse y pasear durante un mínimo de cinco minutos cada hora.
- No ejercer compresión sobre las extremidades y evitar la ropa excesivamente ajustada: vaqueros, ligas, fajas...
- No fumar: la nicotina es un potente vasoconstrictor (provoca el estreñimiento de las arterias), por lo que el tabaco aumenta considerablemente las probabilidades de sufrir lesiones vasculares o de agravar las que ya hay
Acudir a controles periódicos con el equipo de salud. El cuidado de los pies es fundamental para prevenir lesiones y amputaciones; es por ello que se recomienda seguir un control periódico pautado por los profesionales de la salud de referencia.