Cómo prevenir la gripe estacional

Publicado el: 03/10/2018

La gripe es una enfermedad respiratoria infecciosa aguda producida por el virus de la gripe. Una de las características más importantes de esta enfermedad es su elevada capacidad de transmisión de una persona a otra.

La gripe se presenta generalmente en los meses de invierno (de noviembre a marzo) y en forma de epidemia.

Los virus gripales tienen una gran capacidad para sufrir variaciones lo que implica que cada temporada aparezcan nuevos virus gripales para los que el ser humano no tiene protección. Por este motivo la vacuna debe actualizarse cada año.

¿Qué síntomas produce?

Se caracteriza por la aparición de los siguientes síntomas: comienzo brusco con escalofríos y fiebre acompañados de dolor de cabeza, dolores musculares y articulares generalizados, cansancio, malestar general, congestión nasal, dolor de garganta y tos seca.

¿Es una enfermedad grave?

La mayor parte de las personas que padecen la gripe se recupera en menos de una semana sin necesidad de tratamiento o cuidad hospitalario. Sin embargo, en ocasiones, la gripe puede complicarse y producir bronquitis o neumonía bacteriana como complicaciones más frecuentes.


¿Cómo se transmite?

La transmisión se produce de una persona enferma a una sana, fundamentalmente por vía aérea a través de las gotitas que se eliminan al hablar, toser o estornudar. También puede transmitirse por contacto directo, es decir, al tocar superficies contaminadas por el virus como, por ejemplo, la mano de un enfermo y posteriormente llevarse la mano a la boca o a la nariz.

Las personas enfermas son capaces de transmitir la gripe desde un día antes del comienzo de los síntomas hasta unos 3 a 7 días después del comienzo de los mismos.

¿Se puede prevenir la gripe?

La única medida eficaz para prevenir la gripe es la vacunación. La vacuna protege de la gripe que circula ese año. No protege de otras enfermedades víricas como el resfriado común (catarro) etc.


¿Por qué tienes que vacunarte?

La gripe es una enfermedad infecciosa aguda altamente contagiosa. Se transmite fácilmente al toser, estornudar o mediante las secreciones nasales.

Cualquier persona puede tener gripe y generalmente se recupera en una semana sin necesidad de tratamiento o cuidado hospitalario. Sin embargo, en ocasiones, la gripe puede complicarse.

Estas complicaciones pueden ser especialmente graves en personas de alto riesgo como las de mayor edad o personas que tienen una enfermedad crónica como diabetes, afecciones cardíacas y enfermedades respiratorias, patologías que pueden sufrir una descompensación, o bien una reagudización de su patología base.