¿Qué beneficios tiene la movilidad inteligente y sostenible?

Publicado el: 12/09/2016

Siendo conscientes de que el beneficio más relevante es la reducción de la siniestralidad, también hay que tener en cuenta los  beneficios económicos para el trabajador y para la propia empresa, el ahorro energético, así como la disminución de las emisiones de CO2.

Un estudio belga encargado por el gobierno regional de Bruselas hace unos años concluyó que el ciudadano bruselense medio que sustituye su coche por una bici puede ahorrar 2.853 euros al año. Estas conclusiones incluyen costes como los de mantenimiento, los impuestos y el combustible pero excluyen el precio de adquisición del vehículo. Eso, sin contar las pérdidas de tiempo que suponen las congestiones de tráfico (los belgas perdieron 51 horas anuales en atascos en 2014 y hasta 96 horas los conductores londinenses). 

Además del coste particular de cada usuario habría que calcular los costes para la empresa, como la habilitación de un espacio para aparcamiento, el acondicionamiento de los accesos y el mantenimiento de todo ello. 

Finalmente están los “costes sociales”, es decir el coste energético y las emisiones de CO2 que implican el uso de los vehículos que circulan por motivo de trabajo, tanto en los desplazamientos de los trabajadores como en el de los vehículos de empresa.

En realidad es complejo calcular con precisión todo esto porque implica incluir muchas variables que dependen del tipo de vehículo, de las vías de comunicación, del clima, etc. Pero se pueden hacer aproximaciones para tener una idea de todo ello.

¿Quiere calcular aproximadamente los costes que se pueden derivar del uso de vehículos particulares por motivo de trabajo?

2. Coste para la empresa

Partiendo de las distintas variables de gasto que un vehículo implica se podrá hacer un cálculo estimado del coste global. Estos son los conceptos básicos aunque se podrían añadir más: