- Contacto con carcinógenos:
- El asbesto o amianto: Un largo contacto con esta sustancia aumenta hasta siete veces el riesgo de tener cáncer de pulmón. Existen tres fuentes de exposición:
- Ocupacional: es la que se relaciona con el lugar de trabajo.
- Doméstica: es la que afecta a los familiares de los trabajadores del asbesto debido a las fibras incorporadas en la ropa del trabajo.
- Ambiental: sobre todo en países donde se explota el asbesto, como Sudáfrica, Australia o Canadá.
En los últimos años los gobiernos han prohibido que se utilice esta sustancia en productos industriales y comerciales. Se considera que, actualmente, el riesgo más elevado de exposición al asbesto es el de los trabajadores que participan en los trabajos de retirada de asbesto y el de aquellos que, durante su trabajo, encuentran amianto de improviso, en particular aquellos que trabajan en el mantenimiento y la reparación de edificios, fábricas, buques o trenes. Los trabajadores de la construcción son los que probablemente estarán más expuestos en los próximos años, ya que, durante mucho tiempo, se dieron al amianto múltiples usos y aplicaciones en el sector de la construcción.
- El radón: Cuando el uranio se descompone naturalmente produce radón, un gas radiactivo que no se puede ver, no tiene gusto ni huele. Procedente del subsuelo, tiene tendencia a acumularse en el interior de las viviendas edificadas en zonas montañosas y ricas en uranio. Las personas que trabajan en las minas y en los túneles pueden estar expuestas al radón.
Los metales (arsénico, níquel y cromo): personas trabajadoras de la industria del automóvil y de la fundición de metales. Más información en: Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica
- Agentes causantes de cáncer en el trabajo: otros cancerígenos (agentes causantes de cáncer) que hay en el área de trabajo y que pueden aumentar el riesgo de cáncer de pulmón incluyen:
- Minerales radiactivos como el uranio.
- Sustancias químicas o minerales inhaladas como el arsénico, el berilio, el cloruro de vinilo, cromados de níquel, productos de carbón, gas mostaza y éteres de clorometileno.
- Combustibles como la gasolina.
- Productos de la combustión del diesel.
- Algunas enfermedades del pulmón: como la tuberculosis, aumentan las posibilidades de una persona de tener cáncer de pulmón. El cáncer de pulmón tiene tendencia a desarrollarse en las áreas del pulmón que tienen cicatrices de tuberculosis.
- Otros: la contaminación ambiental en algunas ciudades causada, por ejemplo, por los automóviles o las emisiones de las fábricas.
Aunque todos estos factores son importantes en el desarrollo del cáncer, especialmente el tabaco, se sabe que no todas las personas expuestas a cancerígenos desarrollarán un cáncer de pulmón, ya que sólo un 10 % - 15 % de las personas fumadoras activas tienen uno.