“Conect@ con la vida” – Día Mundial de la Salud Mental 2019

Publicado el: 10/10/2019
Día Mundial Salud Mental

Catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un grave problema de salud pública, el suicidio es la primera causa de muerte externa en nuestro país. Con 3.679 fallecimientos en 2017, un 3,1% más que en 2016, representó casi el doble de las muertes por accidente de tráfico en el mismo año, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística el 19 de diciembre de 2018.

Señala la OMS que cada 40 segundos se suicida una persona en el mundo. Por ello invita, con el lema de este año [#40seconds], a dedicar “40 segundos” para actuar frente al suicidio en el Día Mundial de la Salud Mental y tomar conciencia sobre un problema de salud mental que provoca 800.000 muertes anuales.

En nuestro país, la Confederación SALUD MENTAL España celebra esta efeméride bajo el lema Conect@ con la vida para simbolizar la importancia de prevenir el suicidio, que en España causa el fallecimiento de 10 personas diariamente.

La prevención del suicidio se establece como objetivo prioritario en la actualidad y se le otorga una alta prioridad en la agenda mundial de salud pública.

Unido a ello, la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2015) estableció como meta 3.4., de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), "para 2030, reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante su prevención y tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar". 


Objetivo: la prevención del suicidio

Contecta con la vida

El suicidio es un fenómeno complejo con múltiples factores implicados a distintos niveles (personal, social, cultural…). A pesar del desconocimiento que aún existe en relación a los mecanismos causales, la investigación muestra que, entre los factores precursores individuales, el más importante, son los trastornos mentales, ya que alrededor de un tercio de los casos estaban en tratamiento por especialistas en salud mental en el año anterior a la muerte.

El informe de la OMS sobre la prevención del suicidio (2014) señala en el plano individual, la detección temprana y tratamiento de la depresión y el consumo de sustancias (alcohol y drogas) como elementos destacados, junto con el seguimiento de personas con tentativas anteriores y el apoyo psicosocial de las comunidades.

El suicidio no es inevitable, puede prevenirse; señala la OMS que, la prevención del suicidio debe abordarse desde un enfoque integrador y multinivel y uno de los marcos destacados para ello es la promoción de la salud mental en el mundo laboral.

En relación a este aspecto, la OIT (2016) concluye que, aun cuando no se dispone de marcos legales a nivel internacional que incorporen explícitamente el tema del suicidio en el trabajo, sí existe un marco legislativo que en la mayoría de países regula la prevención de riesgos psicosociales en el trabajo y la salud mental laboral (OIT, 2016).

La relación entre la depresión, el suicidio y el trabajo se ha abordado ampliamente en relación a la pérdida de empleo. En cuanto a la población activa, como se ha señalado, la morbilidad psicosocial y el deterioro de la salud mental puede abordarse desde el marco de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, prestando especial atención a la salud psicosocial.

Recientemente, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST, 2018) ha publicado un informe técnico que aporta una visión general sobre el efecto sobre la salud de los riesgos psicosociales en el trabajo en el que se advierte, una vez mas, que la depresión es una de las principales causas de discapacidad, y que la OMS prevé que será la segunda causa de carga global de enfermedad en el año 2020 (Murray y Lopez, 1996).

Una estrategia efectiva para la prevención del suicidio en el trabajo empieza con un enfoque global hacia la salud y el bienestar, integrado en la cultura de la empresa. Creando un entorno laboral abierto al reconocimiento y apoyo a las personas que puedan estar sufriendo problemas a la salud mental; fomentando los sistemas de detección de riesgo y contribuyendo a promover y cuidar la salud mental de las personas en el trabajo.

Todos podemos sufrir un problema de salud mental en algún momento de nuestra vida y pasamos alrededor de un tercio de la misma en el trabajo. Las organizaciones y empresas tenemos una oportunidad privilegiada para contribuir no solo a evitar, sino también a mejorar la salud mental de las personas trabajadoras, invirtiendo en un beneficio mutuo.