¿Qué podemos hacer?

Expresar el dolor nos ayuda a liberarlo y a dejarlo atrás.
- Estamos aislados, pero no solos, busca apoyo en tu círculo de confianza, usando la tecnología, unas palabras de cariño son como una caricia y mitigan la soledad.
- Puedes necesitar estar contigo, hazlo, pero evita aislarte.
- Cuida lo que compartes en redes sociales, evita noticias falsas que generan intranquilidad y temor.
- Reserva momentos del día para desahogar el dolor. Realizar ejercicios de Atención Plena (mindfulness) cada día, puede ayudarte a tener calma.
- Mantén hábitos de autocuidado y realiza actividades, aunque el recuerdo este siempre presente.
- Puede ayudarte el realizar algún ritual de despedida o acto simbólico por sencillo que sea, por vía telemática o en la intimidad. Facilita la elaboración de la pérdida.
- Recuerda que esta situación es temporal y más adelante podrás realizar el acto de despedida que te hubiera gustado.
- Cuídate y déjate cuidar por los demás, si el malestar persiste o empeora consulta con un profesional de la salud.
- Si hay niños en el entorno familiar comunicarles la noticia puede preocuparnos. ¿cómo lo podemos hacer?
- Podemos explicar la verdad, los hechos, usando palabras simples y adecuadas a su edad; evitando detalles innecesarios o que les puedan confundir.
- Transmíteles seguridad con una actitud cercana y en un tono tranquilizador.
- Ellos también necesitan participar de alguna manera del duelo familiar y despedirse de esa persona (hacerle un dibujo, cantarle una canción, etc.)
- Escúchales, hazles sentir arropados y comprendidos. Presta atención a sus preguntas ayudándoles a expresar sus sentimientos.
Podemos sentirnos tristes o culpables por no haberle acompañado, pero recuerda que este acto de renuncia evita el contagio y protege a los demás. Ten presentes los muchos momentos compartidos a lo largo de toda la vida. El dolor no durará siempre pero el recuerdo y el amor por esa persona, sí.