¿Qué nos pasa?

Podemos sentir emociones cambiantes y contradictorias, además de dolorosas:
- Dificultad para creer que la perdida es real
- Rabia porque las cosas tendrían que haber sido de otra manera.
- Culpa por no haberle acompañado como me hubiera gustado.
- Dolor por no haber honrado su memoria con una despedida.
- Tristeza, soledad al estar confinados.
- Miedo a no ser capaz afrontar la vida sin nuestro ser querido.
Todas son reacciones normales, cada persona lo experimenta a su manera.