Día mundial de la Seguridad del Paciente

Publicado el: 18/09/2020
Memoria anual 2018

Ayer día 17 de septiembre se celebró el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, mediante una jornada virtual organizada por los responsables de la Estrategia del Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas en colaboración con la Sociedad Española de Calidad Asistencial.

Este día pretende hacer una llamada para concienciar y fomentar la adopción de medidas y prácticas seguras de efectividad demostrada que contribuyen a una atención sanitaria más segura.

El objetivo de la jornada de este año es el de “compartir prácticas seguras en tiempos de COVID19”, con un enfoque y lema: “Seguridad del profesional sanitario: una prioridad para la seguridad del paciente”

La pandemia ha obligado a una capacidad de respuesta de las distintas autonomías sanitarias, diseñándose programas que en el ámbito de la seguridad del paciente se han dirigido al fomento de la información a la ciudadanía y la coordinación de las entidades sanitarias. La integración de los elementos de control para la seguridad se convierte ya no en una opción, sino en una necesidad.

El uso de las tecnologías y diseño de nuevas aplicaciones se recoge como un elemento fundamental en la aplicación de prácticas seguras. El fomento de la teleconsulta y el diseño de listas de verificación de protocolos se presentan como dos ejemplos de aplicación y de relevado impacto en el nuevo modelo de atención.

Suma importancia tiene la necesidad de “cuidar a los profesionales sanitarios para poder cuidar al paciente”. La seguridad del paciente pasa por la seguridad de los profesionales. La resiliencia de los sanitarios ha sido el elemento de mayor impacto en el abordaje de las primeras fases de la pandemia. Es necesario establecer programas de monitorización de su estrés, que permita tomar acciones para sobreponerse a las circunstancias adversas para seguir adelante. El sanitario no sólo es afectado como ciudadanía, sino que es “segunda víctima” de los eventos que sufre el paciente, tanto en la vertiente epidemiológica como emocional.

Un papel decisivo en la gestión de la crisis es el liderazgo de los mandos intermedios, impulsando una cultura de seguridad en los equipos y pacientes. La seguridad del paciente es una vez más la dimensión mínima a garantizar en la atención sanitaria. Sin ella, otras dimensiones como accesibilidad, eficiencia, aceptabilidad, carecen de base en la atención sanitaria.