¿Has oído hablar del burnout?
Seguramente habrás oído hablar del burnout o síndrome del empleado quemado, un síndrome que, según la OMS, se define por tener tres síntomas: agotamiento o falta de energía, distancia mental del puesto de trabajo y disminución de la eficacia laboral.
Desde 1990, está incluido en la guía de enfermedades de la OMS bajo la clasificación de “problemas relacionados con dificultad en el control de la vida". Pero en 2022 el síndrome del empleado quemado pasará a clasificarse como enfermedad asociada al empleo o desempleo, con la puntualización de que este “se circunscribe al entorno laboral y no debe de servir para describir situaciones de estrés en otras áreas de la vida".
Esto ayudará a unificar los criterios de evaluación de la enfermedad, darle más visibilidad y dar mejor respuesta a quienes la padecen.
El término lo creó el psiquiatra estadounidense Herbert Freudenberger en 1974 en su libro The High Cost of High Achievement. En él, lo definía como la falta de motivación al no alcanzar los resultados deseados. Freudenberger publicó este estudio después de trabajar como voluntario en una clínica de desintoxicación en Nueva York. Allí observó que la mayoría de sus compañeros perdían su energía al año de empezar a trabajar, además de mostrar síntomas de ansiedad y depresión.
De esta manera, el burnout quedó definido como un síndrome de agotamiento emocional y falta de realización personal, que consiste en evaluar el propio trabajo de forma negativa y reprocharse no haber alcanzado los objetivos propuestos, con vivencias de insuficiencia personal y baja autoestima profesional.
Cómo evitarlo
- Duerme lo suficiente
- Desconecta, relájate y descansa
- Disfruta de tu tiempo de ocio
- Practica deporte
- Márcate unos objetivos realistas
- Organízate
- Recíclate
- Pon límites
- Sé asertivo
Fuentes:
El País