Se acerca el invierno, ¿cómo prevenir la gripe?

Ya estamos en pleno otoño, con el cambio de hora, los días cada vez parecen más cortos y las vacaciones ya son un recuerdo lejano. Además, las temperaturas empiezan a bajar y tenemos que estar alerta para no caer en los primeros resfriados o en la gripe. La mejor manera de evitar esta última es poniéndose la vacuna antigripal todos los años, sobre todo si formas parte de los grupos de alto riesgo, entre los que se encuentran:

• Las embarazadas, en cualquier etapa de la gestación.
• Los niños menores de 5 años.
• Las personas mayores de 65 años.
• Las personas con enfermedades crónicas, como VIH/sida, asma, cardiopatías y enfermedades pulmonares y diabetes.
• Las personas más expuestas a la gripe, por ejemplo, los trabajadores sanitarios.

Para que la vacuna sea lo más eficaz posible, lo ideal es ponérsela antes del inicio de la temporada de gripe, pero también se pueden evitar las infecciones por el virus de la gripe con la vacunación en cualquier momento de la estación gripal.

El objetivo principal de la vacunación es protegernos contra las cepas gripales que circularán por nuestro entorno durante el período de invierno. Cada año, como norma general, estas cepas cambian. Por este motivo, las vacunas se elaboran anualmente atendiendo a las características de estas nuevas cepas para así incluirlas en el grupo de cepas que ya existen. Estas vacunas se crean teniendo en cuenta las cepas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

La vacuna tiene una efectividad contra la gripe que va entre el 30% y el 70% para prevenir la hospitalizacion por dicha enfermedad y por neumonía. En el caso de las personas de edad avanzada, estas vacunas son efectivas entre un 50% y un 60% para prevenir su hospitalización o la neumonía. El índice asciende a un 80% en el caso de prevenir la muerte por gripe.