La gestión del tiempo en el trabajo (y algunos consejos para optimizarlo)
El tiempo es el bien más preciado del que disponemos, tanto en la vida personal como en la laboral. Por ello, saber gestionarlo adecuadamente resulta clave para ser más productivos, no agobiarnos, alcanzar un mayor rendimiento en las tareas cotidianas y, de este modo, alcanzar los objetivos deseados.
En numerosas ocasiones, aunque solemos quejarnos de “la falta de tiempo”, lo que nos impide terminar las tareas a tiempo suele ser una mala gestión y/o planificación de la jornada. Siempre pueden producirse imprevistos, pero una correcta organización contribuye en gran medida a terminar los quehaceres laborales.
Según los expertos, los cuatros aspectos fundamentales para una buena gestión del tiempo son la planificación, la comprobación, la organización y el ajuste. En línea con estos conceptos, ofrecemos a continuación algunos consejos para maximizar el tiempo y sacar el máximo rendimiento a la jornada laboral:
- Emplear una agenda para organizar y planificar bien los tiempos de entrega. Además, conviene asignar un tiempo concreto a cada tarea y marcar de vez en cuando un breve descanso para evitar la sobrecarga o saturación.
- Priorizar adecuadamente las tareas, en función de su relevancia y/o urgencia. Los expertos recomiendan empezar por el trabajo más arduo y dejar para el final aquellas obligaciones que requieren de una menor concentración. También aconsejan la jornada laboral en bloques, que permitan segmentar el trabajo más complejo en tareas sencillas.
- Evitar la multitarea: no es conveniente saltar de una tarea a otra, ya que nuestro rendimiento suele ser mayor cuando nos centramos en un único tema.
- Aprender a delegar, en el caso de no poder llevar a cabo todos los proyectos encomendados. O, incluso, rechazar más trabajo del que podemos llegar a desempeñar.
A todo ello, cabe recordar la importancia de contar con un espacio de trabajo adecuado y seguro. Por último, también puede recurrirse a la ayuda de la tecnología, mediante el uso de alguna de las diversas apps de gestión del tiempo (por ejemplo, Pomodoro, EverNote o RescueTime).
Fuente: Ekon, Psicología y mente, ieb school