Becarios y empresas: talento a cambio de experiencia
La figura de los becarios o trainees es muy común en empresas de cualquier dimensión y sector, con tareas de cada vez mayor implicación y responsabilidad. Esta evolución ha llevado a que se tengan más en cuenta sus derechos e, incluso, cuenten con su propia efeméride en el calendario: el Día Internacional del Becario (8 de mayo).
En este sentido, destaca el reciente anuncio del Gobierno de España sobre la intención de que los becarios coticen por sus prácticas no pagadas para que se tengan en cuenta en su historial laboral.
Lo cierto es que esta modalidad de trabajo tiene notables beneficios para ambas partes. Normalmente, los becarios son personas que siguen cursando sus estudios o acaban de finalizarlos. Por tanto, disponen de escasa o nula experiencia profesional. Para ellos, supone la oportunidad de entrar en el mercado laboral, adquirir experiencia práctica y comenzar a formarse en dicha empresa. En ocasiones, puede ser el paso previo a la contratación.
Las ventajas para la empresa son también muy amplias y con un elevado valor. Las, enumeramos a continuación:
- Ideas innovadoras: la incorporación de un becario a un equipo de trabajo puede suponer el acceso a teorías, metodologías y herramientas actualizadas, de las que pueden beneficiarse el resto de la plantilla. De este modo, se establece una formación bidireccional y un team building.
- Motivación: al comenzar en el mundo laboral, normalmente suele hacerse con muchas ganas y energía para afrontar los retos de la nueva etapa.
- Adaptabilidad: por regla general, los becarios no suelen tener inconvenientes a la hora de realizar diferentes funciones y tareas. Su objetivo es aprender lo máximo posible de diferentes equipos para, en un futuro, quizás pasar a formar parte de la empresa en la que realizan las prácticas.
- Talento joven: además de conocimiento actualizado, un becario puede aportar un ambiente más fresco y contribuir a mejorar el clima laboral.
- Retribución económica: como norma, el convenio de los becarios permite a la empresa ofrecer una compensación económica reducida o nula. Por ello, una buena gestión de su talento tendrá también, además de la captación de un potencial nuevo miembro del equipo, una ventaja económica.
El final deseable de esta relación sería la incorporación del becario a la empresa. El becario habrá conseguido un puesto de trabajo y la empresa contará con un profesional que, gracias al trabajo realizado durante el periodo en prácticas, ya conoce el funcionamiento y la metodología de trabajo. En definitiva, un win-win para ambos.
Fuente: Equipos & talento, HR trends