En un viaje, qué hacer en caso de ...

Publicado el: 28/05/2018

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1. Diarrea

La diarrea es el aumento del número de deposiciones con excrementos de consistencia líquida. Puede aparecer por el cambio de alimentación, del tipo de agua, de clima y de horario, o por las toxinas en pescados y moluscos no controlados, pero la causa más habitual es por la ingesta de alimentos o bebidas contaminadas, ya que es la vía de contagio de muchas enfermedades infecciosas (es la manifestación clínica consecuente a una infección provocada por un microorganismo, como bacterias, hongos, virus, etc.) o parasitarias (enfermedad causada por parásitos). 

Las diarreas se pueden manifestar con o sin fiebre, y acompañadas de otras alteraciones como los vómitos o malestar general. Las más habituales son las llamadas diarreas del viajero, que, generalmente, no van acompañadas de fiebre y duran, aproximadamente, dos o tres días.

En el caso de diarrea, conviene tener en cuenta los consejos siguientes: 

  • Hay que rehidratarse con líquidos. Pueden tomarse sobres de rehidratación oral (por ejemplo, Sueroral©) disueltos en agua o prepararlos con 1 litro de agua, 6 cucharaditas de azúcar, un poco de sal, un poco de bicarbonato y el zumo de dos o tres limones, y tomarse el líquido despacio y de manera continuada.
  • Conviene utilizar un antidiarreico, siguiendo la pauta recomendada y sólo mientras duren las diarreas. 
  • En el caso de diarreas con fiebre, vómitos, excrementos con sangre, o de sufrir una diarrea más de dos o tres días, es necesario consultar el médico o el centro sanitario.
Diarrea

2. Estreñimiento

El estreñimiento es el aumento en el intervalo entre deposiciones y el aumento de la consistencia de los excrementos. Las causas más habituales son los cambios de alimentación, de clima y de horario, que favorecen la alteración en el ritmo habitual de deposiciones de la persona. 


En el caso de estreñimiento, conviene tener en cuenta los consejos siguientes. 

  • Deben tomarse, como mínimo, 1,5 litros de líquidos al día y, en países en que haga más calor, hay que aumentar esta cantidad. 
  • Conviene comer frutas y verduras, por el aporte de fibras. 
  • Se recomienda hacer masajes circulares suaves en la barriga en el sentido de las agujas del reloj. 
  • Se recomienda tomar laxantes, siguiendo las recomendaciones de un profesional.

3. Insolación

La insolación es una alteración de la regulación térmica del cuerpo provocada por una exposición larga al sol sin protección. Las personas más sensibles a sufrir una insolación son la gente mayor y los niños pequeños; los viajes con más riesgo son los que se hacen a zonas tropicales o a zonas desérticas, o los viajes que se hacen durante el verano, sobre todo si la persona se expone al sol durante las horas centrales del día. 

Generalmente, se manifiesta con dolor de cabeza, mareos, desorientación, náuseas, taquicardia, temperatura corporal elevada, piel caliente y enrojecida y, a veces, pérdida del conocimiento y alucinaciones.

En el caso de insolación, conviene tener en cuenta los consejos siguientes. 

  • Debe colocarse la persona en un lugar con sombra y fresco. 
  • Es necesario quitar toda la ropa a la persona y aplicar agua fría en todo el cuerpo y toallas mojadas, en agua fría, en la cabeza, las axilas y las ingles, para favorecer la bajada de la temperatura corporal. 
  • Deben beberse líquidos (agua o bebidas isotónicas) de manera frecuente y con pequeños sorbos; es necesario evitar los líquidos muy fríos.

4. Hipotermia

La hipotermia es una alteración de la regulación térmica del cuerpo que provoca un descenso de la temperatura por debajo de los 35 ºC, provocada por una exposición larga a temperaturas bajas sin la protección de abrigo adecuada o por una larga inmersión en el agua. 

Generalmente, se manifiesta con dificultades en el habla, temblores, desorientación, somnolencia, dificultades en la coordinación de los movimientos y, a veces, pérdida del conocimiento.

En el caso de hipotermia, conviene tener en cuenta los siguientes consejos.

  • Debe colocarse la persona en un lugar con una temperatura templada. 
  • Debe quitarse la ropa húmeda o mojada y cubrir a la persona con ropa de abrigo o mantas calientes. 
  • Es necesario beber líquidos calientes de manera frecuente y con pequeños tragos. 
  • Debe evitarse la ingesta de alcohol, ya que favorece la bajada de la temperatura corporal por el efecto de la vasodilatación.

5. Fiebre

La fiebre es el aumento de la temperatura corporal. En un viaje, las causas de la fiebre pueden ser una exposición prolongada al sol, la deshidratación, realizar actividad física con temperaturas elevadas o microorganismos que pueden provocar una enfermedad. 

En el caso de fiebre, conviene tener en cuenta los siguientes consejos. 

  • Es necesario hacer baños en agua tibia o templada. 
  • Hay que aplicar toallas o compresas empapadas de agua tibia en la cara. 
  • Deben beberse líquidos abundantes (agua y zumos) para mantener la hidratación. 
  • Conviene evitar el exceso de abrigo, con el objetivo de favorecer la bajada de la temperatura corporal. 
  • Hay que tomar algún antitérmico para tratar la fiebre, como el paracetamol o el ácido acetilsalicílico.
Fiebre

6. Las picaduras o mordedura de insectos

Este tipo de reacciones suelen estar producidas por la picadura de un insecto, como el mosquito, o por una mordedura de algún tipo de hormiga. Se caracterizan por picor, inflamación, dolor, calor y enrojecimiento de la zona de la picadura y, a veces, por ampollas, en el caso de las picaduras de algunos arácnidos. A veces se manifiestan reacciones generales más graves, como, por ejemplo, dificultades para respirar; en este caso, es importante dirigirse a un centro de salud u hospital. 


En el caso de reacciones locales por una picadura o mordedura de insecto, conviene tener en cuenta los siguientes consejos. 

  • Se recomienda aplicar frío en la zona de la picadura para reducir la inflamación y el picor. 
  • Conviene aplicar en la zona de la picadura una solución de calamina o de amoníaco para reducir el picor. 
  • No se debe rascar la zona de la picadura, para evitar el riesgo de provocar una herida.

7. Reacciones por contacto con especies marinas

Estas reacciones suelen estar producidas por el contacto con algunas especies marinas, como, por ejemplo, las medusas; generalmente, estas reacciones se manifiestan con picor, inflamación, dolor, calentamiento y enrojecimiento de la zona. 

En el caso de reacciones locales por contacto con especies marinas, conviene tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Deben retirarse con pinzas los restos de la medusa, la espina o el pincho del pez que ha provocado la reacción. Es importante no tocar la especie marina con los dedos.
  • Hay que identificar la especie que ha provocado la reacción.
  • Conviene no rozar la zona o tocarla con las manos.
  • En el caso de las picaduras de medusa, hay que lavar la zona afectada con agua de mar, nunca en agua dulce.
  • Se recomienda aplicar frío en la zona afectada, para reducir la inflamación y el picor.
  • En el caso de picaduras de especies con un veneno peligroso, como, por ejemplo, el pez araña, es necesario dirigirse a un centro hospitalario para recibir el antídoto adecuado.

8. Sufrir una herida

La herida es una lesión de la piel, producida por causas muy diversas, como, por ejemplo, golpes, caídas, cortes, mordeduras, etc. 

  • En el caso de heridas leves, conviene tener en cuenta los siguientes consejos. 
  • Es necesario lavar la herida con agua y jabón, ya que son un potente desinfectante. 
  • Se ha de aplicar un antiséptico sólo cuando se sospecha que puede haber una infección, lo que debería diagnosticar un profesional. En todo caso, si se decide poner uno, la povidona yodada sería el último, ya que es el más citotóxico. Antes son preferibles otros antisépticos, como los derivados de la polihexanida o, incluso, la clorhexidina o la hexetidina. 
  • Si la herida sangra, hay que hacer compresión en la zona con gasas o con ropa o toallas limpias. 
  • Conviene tapar la herida con gasas o apósitos.

9. Malaria o paludismo

El paludismo o malaria es una enfermedad frecuente en algunos países en vías de desarrollo, de la zona tropical y subtropical de África, de Asia, de Centroamérica y de América del Sur; se contagia por la picadura de un mosquito, que suele atacar del atardecer hasta la madrugada.

Las personas que viajan a zonas o países endémicos (paises donde existen una enfermedad endémica) deben aplicar las medidas correspondientes para prevenirla, ya que, si no se trata de manera adecuada, puede tener graves consecuencias. 

Conviene seguir las medidas preventivas recomendadas para evitar picaduras de mosquito, aunque se haya hecho la prevención farmacológica de la malaria.

Recomendaciones generales. Todas las personas que viajan, tienen que seguir las medidas de prevención siguientes.  

  • Es necesario personalizar las medidas de prevención según las características del viaje: la destinación, la duración, las condiciones, la época climática y las características de la persona. 
  • Hay que seguir las medidas de prevención de las picaduras de mosquito para evitar el contagio de la enfermedad.
  • Debe utilizarse el medicamento preventivo (quimioprofilaxis antipalúdica) más adecuado según las características del viaje y las del viajero, según las recomendaciones personalizadas por una enfermera o un médico experto. 
  • Hay diferentes medicamentos preventivos y la dosis varía según el tipo de medicamento: unos se administran con dosis semanales y otros, con dosis diarias. Todos tienen que empezarse a tomar antes de entrar en una zona de riesgo de paludismo o malaria y deben continuar tomándose durante la estancia y al salir de la zona de riesgo de la enfermedad.
Malaria o paludismo